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La Regla del Siete

Los rumores dicen que es necesario repetir algo siete veces para que otra persona tome acción. En el verano de 2020, miles de manifestantes de la ciudad de Austin salieron a las calles exigiendo reforma policial. Ellos hablaron y otros escucharon.


Más de 1000 ciudadanos se unieron al grito repetitivo para “DESFINANCIAR DPA” (Departamento de Policías de Austin); este canto, aunque sólo fuera una vez, reforzó la Regla del Siete más de 143 veces.


La decisión de implementar cambios contribuyó a la cancelación de clases de cadetes y disminuyó la moral, lo que llevó a jubilaciones anticipadas y continuos desafíos en la capacidad para reclutar reemplazos, así como la cantidad significativa de vacantes existentes.


La implementación de estos cambios tuvo un impacto negativo inmediato, y potencialmente permanente en nuestra ciudad y en nuestros ciudadanos:


Las estadísticas de delitos emitidas por el FBI el 1 de mayo de 2023 reflejan que Austin experimentó:


  • 27 homicidios hasta el 1 de mayo, 6 de ellos en un lapso de 10 días


  • En una escala de 1 a 100


  • Los delitos violentos tienen una calificación de 24.9, mientras que el promedio nacional de Estados Unidos es de 22.7


  • Los delitos contra la propiedad tienen una calificación de 55, mientras que el promedio nacional de Estados Unidos es de 35.4


  • Austin es la undécima ciudad más peligrosa de Texas.


Según el sitio web público Desfinanciar a la Policía (Defund the Police), un calculador de tamaño de uso público que mide la proporción del tamaño del departamento de policías con relación con la población de cada ciudad mostró que Austin parece rezagarse considerablemente en el tamaño de su fuerza en comparación con la recomendación de 1.83 oficiales por cada 1000 ciudadanos.


Dejando a un lado las estadísticas, nuestra ciudad ha experimentado un impacto notable en la calidad y seguridad de vida. Las consecuencias de la falta de personal se han sentido en toda la ciudad. Los oficiales no pueden responder a llamadas para accidentes de tráfico, robos en lugares de trabajo, vandalismo, daños a la propiedad o altercados físicos. Las llamadas al 911 pueden ser desviadas a un operador no emergencial del 311.


Los crímenes de robo en la industria de la construcción están en aumento. Las herramientas y el equipo son fundamentales para nuestro sustento. Sin esas herramientas, es imposible generar un ingreso económico. Los oficiales ya no pueden ir al lugar de trabajo para tomar un informe de robo y nos vemos obligados a hacerlo nosotros mismos. El vandalismo en nuestros lugares de trabajo puede causar retrasos los cuales afectan nuestra capacidad para ganar salarios. La falta de personal policial disponible hace que sea imposible que los oficiales respondan a tiempo. Trabajamos largas horas y confiamos en la ley para asegurar que nuestros hogares estén salvos y proteger a nuestras familias mientras estamos ausentes. Saber que una llamada de emergencia al 911 puede ser redirigida a un operador no emergencial del 311 es un temor que enfrentamos a diario.


A pesar de las deficiencias de personal y las largas jornadas que nuestros oficiales están trabajando para cerrar la brecha de falta de funcionarios encargados de mantener el orden y proteger a nuestros ciudadanos, aún no logramos reconocer a nuestros oficiales por su honorable trabajo. Un oficial fuera de servicio acudió al rescate de un ciclista atropellado y tendido en la calle. El oficial fuera de servicio permaneció con la persona herida hasta que los oficiales en servicio pudieron responder. Debido a la falta de personal, el oficial fuera de servicio permaneció en la escena durante más de una hora antes de que un oficial en servicio pudiera responder. No hubo cánticos en la calle para agradecer al oficial de APD por su sentido del deber, responsabilidad o amabilidad.


Worldpopulationreview.com proyectó que Austin podría alcanzar una población de 3.2 millones para 2030. Se dice que DPA podría tardar 10 años en recuperar los niveles perdidos de personal equivalentes para el número de ciudadanos que Austin tiene hoy en día. Como ciudadanos de Austin, no podemos permitir que nuestro departamento de policía sea superado por la delincuencia.


Nuestros oficiales están dejando a la ciudad de Austin para trasladarse a suburbios donde son recibidos positivamente, se jubilan anticipadamente para escapar de la falta de respeto y desprecio hacia sus contribuciones para proteger nuestra ciudad. No podemos atraer clases de cadetes adecuadas por las mismas razones. Nuestra industria necesita y depende del Departamento de Policías de Austin para la protección de nuestros lugares de trabajo, de nuestros trabajadores y de nuestras familias. ¿Cómo podemos ayudar? Volviendo a la Regla del Siete. Es hora de agradecer a nuestros oficiales y al personal del Departamento de Policías de Austin por su servicio. Como industria, es hora de cantar mil veces RESTAURAR, RESPETAR Y APOYAR A DPA


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